El seguro de decesos garantiza la prestación del servicio funerario al ocurrir el fallecimiento de la persona asegurada, así como la gestión de todos los trámites necesarios ante una defunción: administrativos y legales, traslados a cualquier parte del territorio nacional y repatriaciones internacionales.

Además, el seguro de decesos incluye una amplia gama de garantías asistenciales y coberturas complementarias que completan el sentido asistencial y familiar del mismo.

Por muchas razones, algunas como el coste económico de un servicio, siempre más alto si se contrata a nivel particular, o para la tranquilidad de tu familia y no cargar con la responsabilidad de la contratación de un servicio funerario cuando tú fallezcas, en un momento emocionalmente complicado.

El seguro de decesos es un seguro de prestación de servicios, es decir, lo que cubre principalmente es la organización, gestión y ejecución del servicio funerario al ocurrir el fallecimiento de cualquier persona asegurada, así como el coste de dicha prestación. 

En la cobertura de decesos, algunas compañías aplican plazos de carencia entre 20 días y 90 días desde la fecha de contratación. En DKV no aplicamos carencias, los servicios se pueden utilizar desde el primer día, si bien los asegurados deben responder un pequeño cuestionario de salud, que nos permitirá descartar la contratación de aquellos riesgos no asegurables (por ejemplo, enfermos de cáncer u otras enfermedades graves).

Si eres extranjero y resides en España, tienes incluido el servicio de repatriación a tu país de origen, viaje de ida y vuelta de un acompañante y otras importantes ventajas.